RUTA CICLISTA: Pedaleando junto al mar

5 de junio de 2020, 15:48


Tu cuerpo te pide moverte y cargarte con la energía del sol. Lo sabemos. Por eso, te proponemos un plan para disfrutar de la refrescante brisa marina y redescubrir los encantos de Las Palmas de Gran Canaria: un bici-paseo por el amplio litoral de la Ciudad

RUTA CICLISTA: Pedaleando junto al mar

La capital grancanaria es una ciudad abierta al mar y en esta ruta, además de contemplar las magníficas vistas desde la Avenida Marítima, te invitamos a adentrarte en los muelles del Puerto de la Luz y de Las Palmas. 

Si no dispones de bicicleta propia, puedes hacer el recorrido en Sítycleta, la bici pública de la Ciudad. Eso sí, antes de ponerte a pedalear, no olvides llevar agua y protegerte con crema solar y una gorra. 

Empezamos la ruta en el monumento a la Vela Latina —a la altura de la estación San Telmo de Sítycleta— donde comienza el carril bici de la Avenida Marítima. Este icónico paseo costero, ruta habitual de muchos runners y ciudadanos, discurre paralelo a la primera línea urbana y se construyó en los años 60 para ganar terrenos al mar.  

La primera parada obligatoria es el Muelle Deportivo, el mayor de Canarias con 1.250 atraques, donde se encuentra la sede de la Federación de Vela Latina Canaria, junto a una estación de Sítycleta. Contemplar el ir y venir de los veleros y los yates desde una de las terrazas de la marina capitalina es uno de los grandes privilegios que ofrece la Ciudad. 

Desde el extremo del muelle, se puede atisbar la actividad de los paseantes y bañistas de nuestro siguiente lugar de interés: la Playa de las Alcaravaneras. Esta playa urbana, con aguas tranquilas y arena dorada es la preferida para los amantes de los deportes en la arena, como el voley playa, y para la práctica de deportes náuticos como el piragüismo y el pádel surf. 

Pedaleando sin salir del carril bici, llegamos al Muelle de Santa Catalina, la puerta  de entrada a Las Palmas de Gran Canaria para los miles de cruceristas que desembarcan en la Ciudad. Además de la actividad turística, alrededor discurre mucho movimiento, por su proximidad con el Parque de Santa Catalina y al Museo de la Ciencia y la Tecnología —junto al que encontrarás una estación de Sítycleta— Este muelle es un enclave privilegiado para observar el tráfico frecuente de estos inmensos barcos de pasajeros, especialmente al atardecer. 

Continuamos el paseo siguiendo el carril bici que discurre por el Parque Blanco y el Istmo de Santa Catalina hasta llegar al Mercado del Puerto, desde donde puedes acceder a uno de los extremos de la Playa de Las Canteras: la Plaza de La Puntilla. Recuerda que en este tramo tienes que bajarte de la bici para poder llegar a La Puntilla, que hace las veces de observatorio y rompeolas de esta gran playa urbana, la joya de la corona de la capital grancanaria. 

Retomamos el carril bici y pasamos junto a la estación de Sítycleta Castillo de la Luz, en dirección hacia el popular barrio de La Isleta, enclavado en la Península que lleva su mismo nombre. Antes de adentrarnos en la zona portuaria, el Castillo de La Luz, la fortificación más antigua de la provincia, merece un punto y seguido. Vale la pena darse un paseo por el precioso parque que rodea esta fortaleza construida en el siglo XV, cuyos gruesos muros acogen la sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino. 

El carril bici llega a su fin, pero no nuestro recorrido en bicicleta, que va a discurrir por el Puerto de Las Palmas, al que accedemos a través de la entrada situada en la Plaza Belén María. Esta infraestructura portuaria, la más importante en el Atlántico Medio, cuenta con más de 16 kilómetros de muelles y su actividad es clave para la vida de la Ciudad. 

El primero que nos encontramos, justo al traspasar el control de la Autoridad Portuaria es el Muelle de la Luz o Muelle Grande, la infraestructura portuaria pionera de la Ciudad, desde la que los cambulloneros compraban y vendían mercancías a los marineros en el siglo XIX. El origen de este término es inglés ya que estos profesionales del trueque se subían a los barcos a la llamada de come buy on.

Nos dirigimos hacia el edificio de la Autoridad Portuaria, donde también hay una estación de Sítycleta, hasta llegar al Muelle León y Castillo. Este dique concentra el tráfico de contenedores y en el siglo pasado fue el centro neurálgico del puerto isletero, ya que también recibió los primeros cruceros que llegaban a Las Palmas de Gran Canaria. 

Nuestra última parada portuaria es el dique Reina Sofía, que con más de 4 kilómetros de longitud, es el abrigo principal del puerto palmense. Hoy acoge las espectaculares plataformas petrolíferas, los barcos cefalopoderos o pelágicos, o grandes graneleros que fondean en la bahía de la Ciudad para realizar trabajas de reparación. 

El límite portuario pone fin a esta ruta ciclista, así que emprendemos el camino de vuelta con la agradable sensación que nos deja el salitre en la piel y los paisajes costeros de una ciudad volcada al mar. 

RUTA CICLISTA: Pedaleando junto al mar